La originalidad despreocupada, inocencia primigenia, el reciclaje, el desgaste de los elementos a la intemperie de los días, ponerse a trabajar por un motivo
Recuperar la memoria.
Moussa Sakho nació en Senegal en 1949 con ascendencia lebú por parte materna y soninke paterna, en una familia de dieciséis hermanos en la que su padre pintaba y tenía inscrito a un hermano y una hermana a la École des Beaux Arts de Dakar. Su formación en la escuela coránica y el liceo francés no impidió, no obstante, que estuviera al tanto de la historia del arte en semejante entorno; el mismo Iba Ndiaye era amigo de su hermano y Suleyman Keita fue su compañero de clase. Desde niño mostró aptitudes creativas para el trabajo manual; enmarcaba los cuadros de sus hermanos mayores y fabricaba con madera los juguetes para los pequeños. Mientras crecía continuó con su afición en casa, recuperaba objetos abandonados y construía cosas con la conciencia implícita de estar dando un nuevo uso a los objetos encontrados; la máxima de Lavoisier coincidía con el consejo de la abuela: “nada se crea ni se destruye, todo se transforma”. “Busca y aprovecha todo”.
Cuadros
Baobabs
Atelier
Retratos