Dejar la mente libre para que el trazo encuentre su boceto, busque sus formas en la introspección, cubra el espacio en blanco
Tal sería el caso, por ejemplo, de los dibujos preparatorios de Guernica y Les demoiselles d´Avignon,
La pintura de Ángel Duque tiene difícil explicación. Como todo lo onírico, todo lo espiritual, todo lo relativo a la energía, al impulso primigenio creador, su existencia depende de innumerables factores volitivos e involuntarios, que a la postre siempre remiten a la subjetividad del creador, a su estado de ánimo, a su peculiar gusto, por lo tanto el espectador que observa sus cuadros se encuentra frente a un acto protéico del que no siempre obtendrá respuestas, sino problemáticas cuestiones que enervarán su espíritu y, quizás, desasosieguen su alma.